De la energía a la agricultura: cómo la IA transformará múltiples sectores para 2025


Para Costa Rica, Centroamérica y el Caribe, esta revolución representa más que una tendencia: es una oportunidad estratégica para modernizar industrias clave, reducir brechas de productividad y posicionarse como un hub de innovación y talento especializado.
En una región donde la agricultura continúa siendo un pilar económico y social, la adopción de IA puede marcar un antes y un después. Desde el uso de sensores e imágenes satelitales analizadas por IA para detectar plagas, estrés hídrico o necesidades nutricionales en tiempo real, hasta visión computacional para evaluar calidad y tamaño de frutas y vegetales de forma precisa, facilitando exportaciones. Un avance importante en conocimiento técnico y toma de decisiones basadas en datos.
Por otro lado, para la industria manufacturera en zonas francas y parques industriales, gracias a la automatización y el análisis predictivo, es posible mejorar la eficiencia operativa, reducir desperdicios y anticipar fallas. Empresas en sectores como electrónica, dispositivos médicos y alimentos ya están implementando estas soluciones, con resultados medibles en productividad y competitividad internacional. El camino para poder llegar a este nivel de productividad requiere de mucha preparación en datos, en equipos y dispositivos, consultorías expertas entre otras inversiones para una oportunidad que definitivamente no se puede desaprovechar.
Al identificar los puntos críticos y las áreas donde se manifiesta la ineficiencia, es posible ofrecer soluciones de IA personalizadas que realmente brinden resultados tangibles. El objetivo final es siempre utilizar la IA para lograr objetivos comerciales claros y mensurables, aprendiendo continuamente de los datos e implementando soluciones de forma incremental para demostrar valor rápidamente.
Las industrias que dependen de equipos complejos, como talleres de pintura de automóviles o unidades de fabricación, pueden utilizar algoritmos generativos para anticipar las necesidades de reparación, programar intervenciones. En América Central y el Caribe, la adopción de IA todavía está en sus etapas iniciales, pero el potencial de crecimiento es inmenso. La región, que funciona como un mercado unificado, puede utilizar la IA para impulsar sectores estratégicos como la agricultura.
Datos recientes indican que la inversión en transformación digital en Centroamérica y el Caribe ha crecido anualmente, con aproximadamente un 30% de las empresas de la región ya habiendo iniciado algún proceso de transformación digital, y esperándose un crecimiento exponencial durante los próximos cinco años. Además, hay un aumento promedio del 15% en el desarrollo de soluciones basadas en IA en los países de Centroamérica.

A pesar de estos avances, la integración entre sectores aún es desigual.
Si bien las grandes corporaciones manufactureras ya están comenzando a explorar soluciones basadas en IA para la automatización y la logística, las pequeñas y medianas empresas aún enfrentan barreras para adoptar tecnologías avanzadas, ya sea por falta de conocimiento o acceso a financiamiento adecuado.
Para superar estos desafíos regionales, es esencial adoptar una estrategia progresiva de implementación de IA. Pequeños incrementos y soluciones modulares pueden ayudar a las empresas a extraer valor rápidamente, permitiéndoles obtener los beneficios antes de invertir en transformaciones más amplias. Las consultorías especializadas pueden desempeñar un papel crucial al ayudar a identificar problemas específicos de la industria y ofrecer soluciones personalizadas que satisfagan las necesidades del mercado.
En el escenario global, la IA ya se ha establecido como un diferenciador competitivo esencial. Para que Centroamérica y el Caribe, región con un importante dinamismo económico, se posicione estratégicamente, es necesario un esfuerzo coordinado entre gobiernos, empresas e instituciones de investigación. De esta manera, la adopción de IA a gran escala representa una oportunidad estratégica tanto para incrementar la competitividad global como elemento fundamental para permitir a las organizaciones locales competir en igualdad de condiciones con las corporaciones internacionales.
“Cualquier industria puede transformarse y prosperar en la era digital. El siguiente paso es ampliar este conocimiento y aplicarlo para impulsar el crecimiento económico y la competitividad en toda la región.”

