Diseño Inclusivo: una necesidad universal
Cada persona es diferente y todos tenemos un papel que desempeñar en la creación de experiencias (digitales) inclusivas.
¿Qué es el diseño inclusivo?
En la primavera pasada, la marca estadounidense de tiritas Band-Aid decidía incluir en sus productos otros colores de piel. Su publicación en Linkedin generó casi 300.000 reacciones, más de 8.500 comentarios y alrededor de 554.800 personas compartieron la noticia. Quizás te preguntes por qué una publicación sobre tiritas pudo ser tan viral.
Desde los nuevos personajes incluidos en las peliculas de Disney hasta opciones de género no binario en pasaportes y productos tan simples como tiritas, son un ejemplo de cómo la sociedad está evolucionando y ha empezado a cuestionarse lo que significa ser inclusivo. La reacción a esta publicación es un testimonio real de la necesidad de un mundo que incluya a todos.
Nielsen Norman Group define el Diseño Inclusivo como:
“Conjunto de metodologías enfocadas en crear productos que entiendan y capaciten a personas de todos los orígenes y habilidades. El diseño inclusivo puede abordar la accesibilidad, la edad, la cultura, la situación económica, la educación, el género, la ubicación geográfica, el idioma y la raza”.
Es sencillo; significa diseñar productos con la clara intención de ser accesible al mayor número posible de usuarios. Durante mucho tiempo, el concepto de accesibilidad se ha limitado a re-definir los espacios físicos. Sin embargo, el cambio está en marcha: la tecnología forma parte de la vida cotidiana de la mayoría de nosotros y, por lo tanto, es responsabilidad de los diseñadores de productos y experiencias digitales,considerar todos los escenarios posibles para que todos puedan utilizarlos correctamente. La era digital aporta ideas progresistas y cambios de paradigma, pero sólo tendrá un impacto positivo si todo el mundo puede participar.
Cada persona es diferente y todos tenemos un papel que desempeñar en la creación de experiencias (digitales) inclusivas. El Diseño Inclusivo es mucho más que diseñar para personas con discapacidad. Nunca se sabe el contexto exacto en el que un usuario interactúa con el producto.
Nuestro trabajo, como diseñadores, es impactar positivamente a tantas personas como sea posible. Pero, ¿qué significa esto realmente?
"La inclusión se trata de crear un mundo mejor para todos".
— Diane Richler, presidenta de Inclusion International
Cada decisión de diseño tiene el potencial de excluir (o incluir) a diferentes grupos de usuarios.
Tomemos como ejemplo la Ted Talk de Michael Nesmith para explicarlo con más detalle.
El pomo de una puerta a simple vista es accesible para todos pero, ¿será accesible para personas con las manos ocupadas? Abrir una puerta con las manos ocupadas requiere un buen nivel de precisión y destreza. Por ejemplo, tendrías que sujetar las cosas con una de tus manos o dejarlas en el suelo para girar el pomo.
Sin embargo, el pomo en forma de manilla se ocupa de este problema. La interacción es más fácil y requiere de una menor agilidad y con el codo sería suficiente para abrir la puerta.
Las barras de empuje lo simplifican aún más, son mucho más fáciles de utilizar y podrías simplemente empujarlo con tus caderas. Sin embargo, también tiene sus limitaciones. En este sentido, supongamos que una persona empuja un carrito de bebé o un carro de la compra. Entonces tendrían que cambiar el ángulo del carrito para abrir la puerta y así poder entrar o salir rápidamente sin tener mayores complicaciones.
Y finalmente está la puerta automática: te acercas y se abrirá. ¡Accesible para todos!
Este ejemplo demuestra que los productos pueden atender a un número más amplio de usuarios, pero constantemente nos limitamos a lo ‘normal’ o ‘promedio’. Pero entonces, ¿qué es realmente normal?
Para poder entender y abordar este paradigma es necesario tener claro unos principios claves que nos ayudaran en la transición hacia la adopción de una mentalidad inclusiva a la hora de plantear un producto. Estos principios son un pequeño esquema introductorio hacia el Diseño Inclusivo. Veamos algunos de ellos.
Punto de salida: la exclusión
Buscar proactivamente puntos de exclusión y usarlos como agente generador de nuevas ideas y así resaltar las oportunidades para crear nuevas soluciones. Comprender de manera clara exactamente cómo y por qué se excluye a un grupo de personas, puede ayudarnos a establecer pasos concretos para ser más inclusivos. Para lograr verdaderamente un diseño inclusivo, primero debemos detectar a quién estamos excluyendo.
Identificar los desafíos
En ocasiones, la exclusión puede ocurrir en un contexto situacional. Tener en cuenta el contexto en el que el usuario interactúa con el producto es fundamental para plantear una experiencia que sea accesible en los momentos cotidianos de exclusión.
Detectar los sesgos personales
Incluir a personas de distintas comunidades en los procesos de investigación, testeo del producto, etc., no solo nos dará una imagen mucho más clara de las necesidades que tienen los usuarios, sino que también nos hará pensar más allá de nuestras propias habilidades y suposiciones a la hora de crear productos digitales.
Ofrecer diferentes formas de interactuar
Al proporcionar a los usuarios diferentes formas de interactuar con el producto, estos pueden elegir el modo que mejor les sirva dependiendo de sus circunstancias particulares. Para aquellos que ya encuentran desafiante la interacción, como las personas con alguna discapacidad, este impacto puede hacer que el uso sea particularmente difícil.
Diseñar experiencias iguales
El planteamiento de diferentes formas de interacción con el producto debe ir acompañado de experiencias iguales o comparables. En este sentido, continuar con los estándares de accesibilidad no garantiza necesariamente una buena experiencia de usuario.
Diseñar para todos
Plantear una solución para un target especifico de usuarios puede beneficiar a un público mucho más amplio. Si hacemos inclusivo nuestro producto, mejoramos la experiencia de todos los usuarios, no solo de aquellos que tienen dificultades para interactuar con él.
Un gran ejemplo de la ejecución de estos principios se ven reflejada en las iniciativas puestas en marcha por IKEA y Android. Veamos un poco más.
ThisAbles
IKEA en Israel se ha asociado con expertos en accesibilidad para que sus muebles sean más inclusivos y fáciles de usar por el mayor número de personas posible. El proyecto, ThisAbles, incluye una nueva línea de accesorios impresos en 3D que pueden instalarse en los muebles de IKEA para facilitar a las personas sentarse o levantarse de un sofá, por ejemplo, o apagar y encender las luces.
Para diseñar estos nuevos accesorios, ingenieros de producto y personas con diversas discapacidades trabajaron juntos para evaluar cómo se podían ajustar los distintos artículos y así adaptarlos mejor a sus necesidades.
Live Transcribe
Este proyecto surge de la necesidad de un Ingeniero científico de Google de diseñar una herramienta que le diera la posibilidad de mejorar su vida y de las personas con alguna deficiencia auditiva. Android, junto con la Universidad de Gallaudet (la universidad más importante para personas con deficiencia auditiva), han creado esta herramienta que genera subtítulos en vivo en más de 70 idiomas y dialectos, integrando la tecnología del software de reconocimiento de voz de Google.
Live Transcribe es una herramienta que se ejecuta en el sistema operativo Android y proporciona la transcripción de voz para personas sordas o con problemas de audición en tiempo real, facilitando sus vidas y la interacción con personas oyentes.
Sin duda la información es poder y este tipo de herramientas y productos brinda a personas con alguna discapacidad el poder estar más empoderados.
ThisAble y Live Transcribe son algunos de los números casos de éxito en relación con el diseño inclusivo que podemos encontrar actualmente, y esto nos lleva a recordar nuevamente que como diseñadores de productos o de experiencias de usuario tenemos una responsabilidad ante la sociedad que va a usar nuestro producto. Cada elección que hacemos como diseñadores determina quién puede usarlo o no.
Los posibles desajustes que puedan ocurrir en el proceso de diseño pueden llevar a nuestro producto a ser planteado desde la exclusión. Desde una interfaz con un texto poco legible para personas con visión reducida, hasta el diseño de los pomos de las puertas, son soluciones que señalan claramente quién es el usuario y quién no.
Como habrás notado, hay un enfoque creciente en la inclusión, sobre todo en el sector tecnológico. Las empresas están creando nuevos roles, políticas, etc. para liderar iniciativas de inclusión, promoviendo dicho termino en sus políticas de comunicación y, lo que es más importante, realizando cambios en sus productos para incluir mejores funcionalidades que satisfagan las necesidades de un sector de la sociedad que anteriormente había sido ignorado.
Para lograr verdaderamente la inclusión, primero debemos ver a quién estamos excluyendo.
Desde Design Studio de GFT apostamos por la inclusión, con iniciativas como el Inclusive Coding.
Y nos enfocamos en crear productos que no solamente sean accesibles, sino que sean inclusivos, teniendo en cuenta cada uno de los componentes que forman la inclusión, como puede ser un lenguaje inclusivo. Esto nos servirá de marco para diseñar soluciones digitales pensadas para todos, independientemente de sus condiciones o capacidades.
Si podemos comprender el verdadero impacto que tiene el Diseño Inclusivo en la experiencia de todos nuestros usuarios, es posible que hayamos encontrado un excelente punto de partida y estaremos en el camino correcto para satisfacer esta necesidad universal.