En la misma línea, estas tecnologías apuntan a otras soluciones predictivas, como la previsión del consumo futuro de energía y gas, ayudando así a planificar el gasto tanto en el ámbito personal como en el corporativo. El uso de procesos automatizados, como la lectura de contadores y la atención al cliente, también agiliza y hace más cómoda la experiencia del consumidor. Es cierto que los chatbots existen desde hace mucho tiempo, pero evolucionarán mucho con el desarrollo de la IA en particular.
Para el mundo empresarial, añada las oportunidades de reducción de costes energéticos mediante la mejora de procesos y la adopción de medidas de eficiencia energética, el aumento de la productividad con tareas automatizadas y procesos optimizados que liberan a los empleados para actividades de más valor añadido, la detección preventiva de posibles problemas y fallos de suministro, y prácticas más sostenibles que añaden valor a la marca.
Merece la pena mencionar, en un análisis macro, que todo esto forma parte de lo que se conoce como Open Energy, que implica compartir datos del mercado de la energía en la línea de los más avanzados Open Finance y Open Investment (mercados bancario y financiero, respectivamente). Se espera que este intercambio de datos, con el consentimiento de los clientes, genere oportunidades de productos y servicios personalizados.
La evolución y el desarrollo de este mercado, por supuesto, no nos hace inmunes a algunos retos importantes, como las cuestiones relacionadas con la infraestructura, los costes, la calidad de los datos, la ciberseguridad, la formación, la regulación y la cultura organizativa. Como persona activa y con experiencia en el sector, puedo asegurarles que cada una de estas áreas está siendo abordada, ya que tanto al sector público como al privado les interesa que Brasil avance en el sector de la energía.
En un futuro no tan lejano, también vaticino que la IA, el IoT y el ML nos ayudarán a perfilar algunas tendencias, con sistemas y robots capaces de tomar decisiones autónomas, soluciones edge computing menos dependientes de las conexiones a la red, realidades aumentadas a favor de los sistemas, o incluso la mayor integración de los diferentes actores del mercado energético a través del blockchain. En este sentido, las consultoras especializadas en transformación digital pueden indicar el mejor camino a seguir para cada empresa y su negocio.
La aplicación de estas tecnologías en el sector de la producción, distribución y consumo de energía y gas no solo aumentará la eficiencia y la fiabilidad, sino que también será un componente clave en la transición energética hacia fuentes más limpias y sostenibles. Las empresas que adopten estas innovaciones tendrán una ventaja competitiva y estarán mejor situadas para afrontar los retos y aprovechar las oportunidades del mercado.