La economía de la velocidad: digitalizarse o desaparecer


La banca digital lo ha demostrado. El cliente espera abrir una cuenta en minutos; si el proceso tarda días, buscará otra opción. El retail en línea vive la misma lógica: la experiencia de compra se define en segundos, y un clic adicional puede significar una venta perdida. En manufactura, la automatización permite rediseñar líneas de producción casi en tiempo real; quién no lo hace, se queda con inventarios obsoletos.
Incluso sectores tradicionalmente más estáticos están enfrentando esta presión. Pensemos en una empresa de transporte de carga: si tarda semanas en ajustar rutas por un alza repentina en combustibles, perderá contratos frente a un competidor que use análisis predictivo y algoritmos de optimización en cuestión de horas. Lo que antes era visto como innovación de vanguardia hoy es el estándar mínimo de competitividad.


