Los métodos de pago están en constante evolución. Aunque los pagos con tarjeta de crédito y revolucionaron el sistema bancario en las últimas décadas del siglo XX –y actualmente siguen siendo un método de pago muy popular–, la llegada de los pagos móviles lleva un par de años transformando el mercado y la introducción de los pagos instantáneos va a suponer otro cambio disruptivo.
A medida que cambia nuestro estilo de vida, también cambian nuestros hábitos de compra. La frecuencia y la ubicación de las compras han evolucionado mucho en las últimas dos décadas y los bancos han tenido que adaptarse, lo que ha planteado nuevos retos de seguridad y de gestión de los datos.
Y no parece que esta evolución vaya a ralentizarse, más bien al contrario. En 2018, la introducción en la UE del proyecto SCT Inst para pagos instantáneos y de la normativa PSD2 impulsará de nuevo el mercado, planteando nuevos retos y generando nuevas oportunidades para los bancos y las FinTech.