Próxima fase de la revolución digital
Las monedas digitales prometen cumplir todas las funciones del dinero para los consumidores y las empresas, al tiempo que mejoran la capacidad de los bancos centrales para afinar, supervisar y optimizar la política monetaria dentro de una economía. Pero los bancos centrales contarán con el apoyo de los bancos comerciales -como intermediarios- para impulsar la adopción a través del efecto red.
Sin el apoyo universal de los bancos comerciales, los CBDC podrían no integrarse, la adopción se vería obstaculizada y todos saldrían perdiendo. Los bancos se encuentran en distintas fases de preparación y los que no han empezado deben hacerlo pronto. Pero hay mucho que considerar.
Las CBDC perturbarán muchos ámbitos de la banca, al tiempo que racionalizarán, perfeccionarán y simplificarán otros. Los modelos operativos de los bancos deben adaptarse y una implantación satisfactoria de la CBDC debe alinearse con la estrategia tecnológica, los objetivos empresariales y la ambición estratégica del banco.
El dinero es la savia de cualquier banco, por lo que la llegada de un nuevo tipo de dinero afecta a todos los aspectos de su funcionamiento. Los CBDC no son simplemente una moneda más, sino una forma totalmente nueva de operar. Aunque esto supone un reto, también es una oportunidad para agilizar los procesos de negocio, impulsar la digitalización y promover la innovación.
Aunque existen muchas soluciones de CBDC de eficacia probada, no pueden funcionar por sí solas y deben integrarse plenamente en el flujo de valor integral de un banco. Para muchos bancos, la integración supondrá un importante reto técnico y operativo, sobre todo para los más pequeños o los que cuentan con tecnología heredada.
Lo ideal sería considerar los CBDC como parte de una estrategia de digitalización, lo que simplifica la integración y las pruebas. Pero en todos los casos es necesaria una evaluación técnica y empresarial exhaustiva de los retos y las oportunidades. También es crucial tener en cuenta que los CBDC se convertirán en moneda de curso legal, por lo que su participación acabará siendo obligatoria.